domingo, 28 de julio de 2024

Diciéndole NO a la vida




"Nada te impide imaginarte a ti mismo inmortal y capaz de conocerlo todo". -Mystery Human Consciousness.


Llevo una semana tomando mi orina de la mañana en ayunas. Ayer realicé un ayuno de 24 hrs. tomando únicamente mi orina y antes de ayer me di mi primer baño con orina potenciada (orina añeja de más de 4 días) durante 1 hr. Asimismo, sigo mis prácticas de ablución de ojos, encías y cuello donde tengo las manchas que se están desapareciendo también con mi orina.

He soñado dos veces con mi madre; ella se casaba con otro hombre y me abandonaba. En el primer sueño me pasé todo el tiempo buscándola tratando de que me explicara por qué me dejaba. En el segundo sueño (además de otras cosas que también me parecieron significativas pero que no mencionaré aquí), finalmente pude confrontarla y preguntarle por qué me abandonaba. Mi madre me miró a través de sus lentes con una mirada fría y burlona y en un tono despreciativo respondió "¿Es que no te has dado cuenta?".

Esta pregunta ya tiene una respuesta -o varias, dependiendo desde dónde la responda. En mi sueño era evidente que mi madre me evitaba porque no me quería (éste es un tabú familiar, algo de lo que no se habla pero que todo el mundo sabe y no quieren admitir: que hay madres que sencillamente no quieren a sus hijos). Éste que siempre fue un motivo de sufrimiento para mí (pues mi madre siempre conseguía darle la vuelta a todo para hacerme sentir culpable del daño que ella me hacía) sabiendo intuitivamente que mi madre nunca me quiso, sin embargo, en este segundo sueño, al hacerme ella esta pregunta fue una liberación.

La aceptación de los traumas de la infancia es una parte de la purificación que estoy viviendo con la Orinoterapia y la Meditación. Siempre que realizo esta práctica siento un bálsamo de amor y gozo y una hermosa sensación de paz interior, una paz que me sana. Recordar esta pregunta me lleva a "darme cuenta" del espacio que se ha creado dentro de mí a partir de mis prácticas y plantearme las preguntas a mí misma (las preguntas correctas), para darme cuenta por mí misma.

A la luz de esta purificación la primera pregunta que me surge es: ¿Realmente importa? ¿Acaso, importa en el contexto más amplio de mi expansión de consciencia que mi madre no me quisiera? ¿Qué diferencia hace esto para la realización de mi potencial espiritual?

Cuando tratamos con situaciones que no podemos cambiar (y esta es sin duda, una de esas situaciones) ¿Qué se puede hacer? O, mejor dicho, ¿acaso es necesario hacer algo al respecto? La decisión que tomé hacia varios años de alejarme de ella y sacarla de mi vida no es que realmente fuera la mejor decisión, pero sí me proporcionó mucho alivio. Si bien, con el tiempo comprendí que no se había ido completamente y que todo el daño que me hizo todavía me dolía.

En algún momento decidí hacer las paces con eso también; aceptar el dolor del abuso, el maltrato, la manipulación, el rechazo y el abandono de mi madre. Esta aceptación poco a poco, me dio más alivio; hasta que vino el primer sueño. Entonces supe que todavía estaba purificándome. La Meditación me da la sanación interna que necesito para este tipo de situación, porque me lleva a recuperar toda la energía que desperdicié sufriendo por algo que no puedo cambiar. Me da la armonía y el espacio interno suficiente para volver a estar en paz conmigo misma.

La decisión que tomé de alejarme de mi madre fue una decisión de supervivencia; sabía intuitivamente que ya había recibido suficiente maltrato de ella y que ya no podía recibir más. Pero mi vida continuó maltratándome porque yo no había hecho lo mismo que hice con mi madre, con otros aspectos de mi vida; no le había dicho NO a las amistades falsas, a trabajos mal pagados donde abusaban de mí, a hombres que me usaban. No había dicho NO al abuso, a la manipulación y al maltrato de la vida.

Este año de cambios eso también cambió. Logré reunir el valor de decir NO a trabajos abusivo, falsas amistades y hábitos no saludables en mis relaciones. Las personas sencillamente empezaron a desaparecer de mi vida, porque estas amistades estaban basadas en falsedad y no en un aprecio sincero. Encontré el tiempo para volver a pintar y hacer las cosas que amo. Pero la purificación no acabó allí. Evidentemente,  todos los demonios de mi subconsciente (los parásitos que se alimentan de nuestro sufrimiento) se sintieron amenazados, porque de repente dejaron de recibir el alimento que obtenían de mi sufrimiento.

Comenzó el contraataque; estos parásitos comenzaron a desatar todo su arsenal con tal de seguir recibiendo su provisión. Pensamientos de dudas sobre mí misma, de tristeza o memorias negativas del pasado resurgieron, miedos, sueños donde vuelvo a sufrir por causa de mi familia (como los sueños con mi madre). Pero esta vez, algo es diferente. Si, esta vez "me doy cuenta" y digo ¡NO! ¡Nunca más! Lo digo en calma, desde la consciencia. Ya no más desde la rabia o la frustración. Manteniendo la determinación de recuperar la libertad perdida.

Dije NO desmitificando los arquetipos que nos han sido impuestos sin derecho a cuestionar, o siquiera a elegir. Y lo estoy haciendo en paz, en aceptación, en la comprensión de que no tengo que cargar con el peso de la vida, la comprensión de que no soy culpable por el daño que recibí de otros, y que no tengo que seguir sufriendo toda mi vida por causa de eso. La comprensión final de que yo siempre puedo elegir. Y que elijo, elijo decir NO porque sé que tengo derecho a elegir, sé que tengo derecho a ser feliz y sé que ese derecho no me lo da nada ni nadie. Me lo doy yo a mí misma.

Mi elección es mi responsabilidad y de nadie más y esto es algo de lo que nunca nadie me podrá despojar. 


lunes, 15 de julio de 2024

Pintando



(Este dibujo no es mío. Lo encontré en Pinterest. No tiene nombre)

Hay muchas cosas que hago mientras estoy creando y no necesariamente forman parte de mi cuadro. Pintar es un proceso que comienza con un estado de la mente, con una imagen, una visión. Mi proceso no es invariable, no posee un orden estructurado de una forma exacta. Puede aparecer en cualquier momento y tomar cualquier forma. Por ejemplo, mientras estoy haciendo otra actividad que no está relacionada con la pintura; como leer, o salir de paseo. Yo puedo encontrarme un motivo de inspiración diferente cada día.

El proceso de creación es diferente para cada artista. A veces, mi mente está ocupada en otros asuntos más mundanos, como pagar la renta; y de pronto, aparece una imagen que irrumpe sorpresivamente en mi cotidianidad. Pero posee la fuerza necesaria para detener ese automatismo de lo cotidiano y llevarme casi instantáneamente hacia otra dimensión de la realidad, sin que yo pueda hacer nada para resistirme. En ese instante, empieza mi proceso y aparecen arcanos que estaban ocultos para mi conciencia ordinaria. Estos cobran formas e intuiciones que también estaban presentes, pero apenas eran percibidas por algún fragmento inadvertido de mi conciencia.

A partir del momento en que esos arcanos se hacen conscientes se inicia un impulso creativo irrefrenable; la imperiosa necesidad espiritual del artista, de la que hablaba Kandinsky. Entonces, debo obedecerla de inmediato. O se otro modo, sufriré las consecuencias. Y no estoy exagerando. Durante más de 15 años elegí no responder a estos impulsos y mi vida fue cayendo lentamente en la decadencia. Es difícil explicarlo. Para un observador externo esta desobediencia voluntaria al proceso creativo puede significar algo así como tener sentido común. Y por otro lado, para el artista implica algo tan veraz como su autodestrucción.

Entonces, mi proceso me lleva a saltar al vacío, el de una hoja en blanco, un lienzo en blanco, una pantalla oscura. Y dejarme caer, caer sin posibilidad de aferrarme porque todo a mi alrededor también está cayendo junto conmigo, por la madriguera del conejo por donde cayó Alicia. Es una caída necesaria, es la caída del vuelo de la imaginación. Y es parte fundamental de mi propio proceso creativo, que me lleva por lugares insospechados: libros, conversaciones, atisbos de historias ocultas en mi alma o en el alma del mundo. O sencillamente, nonsense; un sinsentido. Porque el sentido mismo se ha desprovisto de su capa para sentarse dócilmente entre los dedos de mis manos.

La observación atenta es un ritual fundamental de este proceso. la observación de lo Otro: el colega que pinta algo que me estremece, o que me habla en un idioma que yo recuerdo pero ahora no puedo descifrar. Aquellas palomas acurrucadas sobre mi tejado, batiéndose burlonamente unas con otras. La voz incidental de un niño que corre allí afuera. Mis sueños. Cualquier cosa es una entrega, un mensaje desde ese otro mundo. Y en mi lienzo, mi pantalla oscura comienzan a aparecer atisbos de comunicación. Cuando estoy comunicándome con Eso, no hay mente. Se disuelve toda noción de cuándo, cómo o por qué. Simplemente aparece. Al terminar, hay un retroceso sutil pero definitivo. Es el momento de reconocer el suceso y darle un nombre. Algunas veces, ese nombre llega por sí mismo y ni siquiera es necesario hacer el retroceso, ya está surgiendo a partir del último trazo. Otras veces, ese nombre no llega y no podemos nombrar lo que hemos hecho. Tal vez, nunca llegue.

Ese proceso algunas veces no se cierra, sino que sigue, sigue y desaparece en el horizonte de la mente dejándonos sin promesas. Porque podría volver de nuevo, pero eso jamás lo sabremos. La única verdad que queda es que hubo un contacto, una interacción inequívoca y de todo eso surgió un recién nacido. Se podría comparar con el mismo acto de amar y dar a luz. Pero quizás el amor del artista por eso que reconoce como su creación, puede ser un amor paradójico: un “Te amo, pero no te reconozco”. O, “te amo, pero te detesto al mismo tiempo”. En fin, quizás no sea tan distinto del amor humano.

Cuando tenía 9 años yo quería ser poeta (no poetiza). Y pintaba caricaturas de sirenas que jugaban con estrellas marinas.

Diciéndole NO a la vida

"Nada te impide imaginarte a ti mismo inmortal y capaz de conocerlo todo". -Mystery Human Consciousness. Llevo una semana tomando ...