viernes, 8 de marzo de 2024

Poesía y Matemáticas

 

Fragmento del Libro Hindú de Matemáticas del s. XII

                                                                       Fragmento del libro Leelavati

    

    Me desperté muy somnolienta -a eso de las 10 am-, de un sueño que ya registré en otra parte. Pero aunque todavía tenía ganas de seguir durmiendo, no volví a la cama. Seguí más o menos, mi rutina de la mañana y realicé mis prácticas de meditación. Llevo varios días sintiéndome conectada con Quan Yin, y antes de meditar estuve escuchando su mantra. Anoche, que me fui a dormir pasadas las 2 y media de la madrugada, estuve realizando una práctica espiritual muy elaborada, en la que se solicita la presencia de entre otros seres de luz, a Quan Yin.


   Quizás por esa razón al despertar esta mañana y abrir mi ventana, al comprobar el día lleno de luz, y que el cielo vuelve a tener su color azul, me he estado sintiendo llena de alegría y amor. Así inspirada por la bodhisattva de la compasión y mis prácticas, decidí empezar la lectura de un libro muy curioso, que encontré justo ayer por casualidad, cuando buscaba otro libro que aún no he leído, sobre Neurociencias y probabilidad. Este libro fortuito se titula Strange Attractors. Poems of Love and Mathematics. El título por sí solo ya me resultaba bastante atractivo, tanto que no fui capaz de resistir la tentación de adquirirlo. 


    Así motivada y nutridamente cargada con toda esta energía de inspiración, me dispuse a abrir el libro y a leer la Introducción; un poco para hacerme una idea general del contenido. Después de ojear selectivamente las referencias y leer un par de ejemplos incluidos en la misma introducción, me decidí a bucear en sus páginas un poco más profundo, y así explorando me encontré con una joya: en la página 20, un autor de origen portugués, Manuel Alegre. Cuyo poema, Polar Heart fue traducido al inglés. Corazón Polar, en español.


    No sabía qué fue exactamente, lo que detonó la válvula del sentimiento que hizo brotar las lágrimas de mis ojos; tal vez, porque ya me sentía suficientemente abierta, aunque sin demasiadas expectativas. Se trata de un poema de amor, como todos los del libro. Pero aquí, más que un conjunto de palabras reunidas para ensalzar a una persona, o a un momento de la vida del poeta, yo me encontré con una experiencia humana a corazón abierto. La insoportable vulnerabilidad de un ser que a través de su poema demostraba, con inocencia más que valor, hasta qué punto el alma humana llega a sumergirse en las aguas ignotas del amor.


    Tener la oportunidad de tocar la fragilidad del alma de otro ser humano exponiéndose sin pudor en unos versos, es para mí algo completamente inusual y por su naturaleza profundamente conmovedor. Si bien lo pienso, quizás esta no es en absoluto una experiencia ordinaria para nadie. El poeta representa en estos versos el dolor de perder al ser amado de un modo magistral.

    No conozco el color de los barcos

    Cuando naufragan en tus brazos

    Yo sé que hay un cuerpo jamás encontrado allí afuera en el mar

    Y que ese cuerpo viviente es tu cuerpo inmaterial.


    El poema continúa, pero yo me quedé allí bebiendo mis propias lágrimas, sumida en una tristeza que es tan remota como la profunda cuenca del océano. De pronto, me di cuenta de que esa imagen me resultaba familiar. Era el recuerdo de un personaje muy querido en uno de mis propios libros, el tercero de la Trilogía de Arcana: Los Tiempos de Iuga. Esa imagen es una memoria de mi amado Nembrod. Pero aquí no seré capaz de contarla sin estropearla.


    Aquella historia -la de la Tierra Arcana- fue una memoria recuperada de muchas otras vidas, que fueron tragadas por los mares del Tiempo universal. Tan sólo ahora, después de muchos años (más de 15) de haber escrito y contado aquella vieja historia, comprendo que fue mi propia historia; mis propios recuerdos olvidados, antes de volver a nacer. Y quizás, como lo expresa el poeta portugués:

    Yo sé que en cada camino hay una esquina

    una apertura entre la rutina y lo maravilloso

    Hay una hora de fuego para la tristeza

    la hora en la cual te encuentro y no te encuentro.


Quizás en esa apertura del tiempo se abrió mi memoria y yo pude reencontrarme con todos esos personajes de mis historias, todo esos seres vivos que alguna vez yo también fui. Ahora ¡claro! Ya entiendo mis lágrimas, aparecidas en un espejo, como el reflejo de mis memorias. Yo sólo no sé todavía cómo ni dónde volver a ese:

    Ángulo opuesto

    a esa mágica geometría

    a donde todo podría ser posible.


    A veces tengo miedo de engañarme a mí misma, de no llegar a tiempo a mi salida... A veces, no me doy cuenta de que solamente sueño y que en realidad, estoy en otra parte. O en muchas otras partes, al mismo tiempo. A veces, también solamente olvido...


    

  

Notas:

Libros de referencia. Strange Attractors. Poems of Love and Mathematics. Editado por Sarah Glaz y JoAnne Growney. Editorial A. K. Peters, Ltd. 2008.


Trilogía de la Tierra Arcana. Esperanza Theis. 2000 - 2007. 

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lunes, 4 de marzo de 2024

La Madre Cósmica


    


Estoy inmersa en la lectura del libro Sri Chakra Yantra, de Vinita Rashinkar. Tengo el hábito de meditar cada día justo después de despertar, durante al menos 10 ó 15 minutos, una Meditación de Mindfulness para ayudarme a aterrizar en la realidad con todos mis sentidos. Debo decir que esta mañana -como muchas otras-, mi mente despertó algo vaga y entretenida en pensamientos y emociones de resistencia; simplemente, no quería abrir los ojos a esta realidad. 

    A medida que avanza mi lectura empiezo a reflexionar, encontré una referencia que me sirvió para obtener otra perspectiva de mi nuevo día. En Shakti Tantra el mundo no se percibe como una ilusión, sino como una manifestación de la Divinidad. Entonces, apareció la imagen de la Araña; que teje su tela y mueve sus hilos saltando arriba y abajo de su red y controlando todo su tejido desde el centro de su boca. Cuando fui al baño -un lugar en donde la mente suele entretenerse con muchos pensamientos-, mi Shakti aprovechó para instruirme. Me dijo: Hazte una intención el día de hoy: acepta lo que es. Cuando Shakti comienza a instruirme, no me encuentra generalmente preparada para tomar notas como una buena alumna, sino que comienza a vertir sobre mí toda su sabiduría y yo simplemente tengo que estar atenta, esté donde esté.

    Shakti continuó: Sencillamente, date cuenta cuando estás en resistencia de lo que es -cualquier cosa que surja-, y en ese momento, elige Aceptación. La resistencia se irá desvaneciendo, sin lucha. En efecto. Yo estaba pensando (todo empieza siempre con un pensamiento), que esto o aquello no me gusta, e inmediatamente surgió la emoción y yo empecé a sentirme en resistencia.

    Puedes abandonar el juicio -siguió diciendo Shakti-. Te das cuenta de que es algo que ya no necesitas más volver a hacer. Es la antigua energía. Entonces, comienzas a enviarle a todo tu cuerpo, tu sistema nervioso, tu cerebro una nueva información. Y tu cerebro y tu sistema nervioso la transmiten hacia tus cuerpos energéticos más sutiles. Allí se reciben estas nuevas frecuencias creando olas de vibración más elevadas, y desde esas esferas sutiles comienza la creación de nuevas realidades, que se retroalimentan enviando su respuesta de regreso al cuerpo y al mundo que crea tu propia percepción, en ondas de vibración y frecuencias que responden a tu propia frecuencia de aceptación y facilidad.

    La Aceptación es una actitud -siguió diciendo Shakti-, y es una muy fácil de usar. Tú sólo tienes que parar los pensamientos de rechazo y resistencia por un momento, diciendo: "Ok, está bien. Acepto lo que es". Y ¡voilá! Tu cerebro tomará una gran bocanada de aire puro, y todo tu sistema nervioso, toda tu red de cuerpos sutiles -como la tela de la araña- te lo agradecerán.

    Creo que esta actitud de Aceptación es la base de mi propósito de Año Nuevo, de permanecer abierta a escuchar nuevas ideas usando mi discernimiento. Acepta el caos -volvió a decir Shakti-; que es tu propia creación. Acepta la emoción de rechazo. Acepta el juicio, acepta la negación. Éste es sólo el Portal hacia la Transformación. Es tu buble. Cada vez que estás frente a este Portal de Transformación surge la resistencia y todo lo que has creado en tu experiencia como "no quiero-no me gusta", y el Portal hacia la Nueva Dimensión desaparece de tu visión.

    En realidad, no desaparece. Sencillamente, no puedes verlo. Pero está ahí. No se ha ido a ninguna parte. Está pegado a ti; como los conos del Sri Yantra, embozados unos sobre otros. La diferencia está en la vibración; pero eso ya lo sabes. Sólo te lo estoy recordando. Recuerda respirar y decir: "Ok, acepto lo que es".

    Hace poco tuve un sueño que no registré, porque entendí su contenido en el mismo sueño. Yo estaba en un restaurante al aire libre, y en la mesa frente a mí había una pareja que me miraba constantemente con ojos sentenciosos. Yo sencillamente les sonreía, sin hacer ni decir nada más. Pero ellos seguían mirándome con desprecio. Entonces, llamé a mi madre y se las presenté. La pareja se levantó y se fue. Este sueño representa la forma simbólica de las palabras de Shakti. Acepta el rechazo y el juicio. "Ok, acepto lo que es"; eso es lo que les decía mi sonrisa. Pero a veces, una sonrisa como respuesta no es lo bastante elocuente; a veces, tienes que llamar a la Diosa y presentársela a tus demonios. Ninguno podrá resistirse. Palabras de Shakti.

    Hay un conferencista al que suelo escuchar en You.Tube que suele decir: Lo que necesitamos con más urgencia en el mundo es la energía de la Diosa. Yo siempre la he buscado, incluso sin saberlo. Y cuando creía haberla encontrado aprendí que Ella tiene que ser invitada a venir. Es decir, hay que prepararle un espacio para que Ella se asiente y sus energías se expandan. El espacio somos nosotros, nuestro cuerpo (el Templo), y también nuestra mente. La Diosa en realidad, no desciende; sino que es nuestra energía la que asciende de frecuencia y permite que se dé esa conjunción.

    La resistencia y la lucha son la misma cosa, vibran en la misma frecuencia; la frecuencia del guerrero. La cual, si no es guiada por Principios elevados, termina destruyéndolo todo. La energía de la Aceptación es parte de las energías de la Diosa. Vibra en una frecuencia más elevada que la resistencia, y nos permite acceder desde allí a Portales de oportunidad y creación ilimitadas; senderos que permanecen ocultos desde las energías de la resistencia y la lucha.

    El mero hecho de mirar al mundo con otros ojos y decir "te acepto", es un baño de bendiciones para el corazón; es proclamar el Armisticio entre la Luz y la Oscuridad; para poder entrar en una nueva dimensión, a donde reina verdaderamente un Espíritu de Paz. Si queremos habitar en paz sobre la Tierra, si en verdad queremos ser felices, es mucho más simple de lo que parece. Sólo tenemos que usar las palabras claves para abrir ese Portal y entrar en ese Reino.

    En gratitud infinita a la Madre Cósmica. OM MANI PEMME HUNG.

Bibliografía recomendada: Sri Chakra Yantra. Vinita Rashinkar. Notion Press 2019

viernes, 1 de marzo de 2024

La Ciencia y el Espíritu

 




Recientemente, he vuelto a estudiar a la Universidad. Si bien, en esta ocasión, no se trata de una carrera universitaria, ni tampoco voy a recibir clases en un claustro académico y posiblemente, ni siquiera reciba un título, lo cierto es que mis nuevos estudios están reglados como Estudios Superiores y susceptibles de recibir titulación igualmente reglada. He elegido materias relacionadas con la Ciencia, como Astronomía, Física y Neurociencias; que son algunos de los temas que más me fascinan y de los que menos conocimiento poseo actualmente.

Con el fin de obtener buenos resultados es necesario que mantenga un hábito regular de lectura de una buena cantidad de material. Esa es la razón por la cual el día de hoy he leído varios libros diferentes. Pero en este post me gustaría comentar sólo dos de ellos: Seis Piezas Fáciles, de Richard Feynman. Es una recopilación de seis de sus trabajos más representativos; elegidos de entre aquellos publicados en su obra original Lecciones de Física, por su facilidad para la lectura de un público neófito; como es mi caso. La otra obra elegida se titula El Universo en un solo Átomo. Su autor es el Dalai Lama; quien no necesita presentación.

Elegí estas dos obras por el contraste que representan las visiones del mundo de sus autores. Por un lado, un joven y reputado físico teórico, -reputado gracias, entre otras razones-, por su trabajo relacionado con las partículas subatómicas. Feynman desarrolló la Teoría Cuántica Electrodinámica que dio forma a la nueva física del siglo XX. Para poder consolidar las bases de esta nueva física, Feynman tenía que conciliar la Teoría de la Relatividad Especial de Einstein, con los Principios de la Mecánica Cuántica; postulados por Planck a principios del siglo pasado. Una tarea notoria que necesariamente requeriría un arduo esfuerzo de cálculo matemático; pero Feynman lo llevó a cabo de manera magistral, sin tener que realizar ni una sola operación matemática.

El enfoque que nos presenta el Dalai Lama en su libro nos lleva a una reflexión más profunda acerca de las implicaciones y la trascendencia de la ciencia, en un mundo cada vez más informatizado y dependiente de las tecnologías. En sus páginas, El Dalai Lama nos cuenta sus humildes orígenes campesinos, su rigurosa formación como Alto Lama en el Tíbet, la herencia de sus antepasados. También discute los modelos de la Física contemporánea, que han cambiado el paradigma de nuestra concepción del mundo; como La Teoría de la Relatividad y la Mecánica Cuántica. Es notable su forma de mostrarnos los fundamentos budistas de la Teoría del Vacío; en la cual cualquier creencia en una realidad objetiva como independiente es insostenible.

Para comprenderlo mejor nos plantea la imposibilidad de que en un universo donde la realidad esté compuesta por fenómenos que existen por si mismos, no podrían coexistir fenómenos regidos por la ley de Causa y Efecto. En este sentido la visión materialista y reduccionista que con frecuencia suelen plantear algunos científicos, parece demostrar su incapacidad intrínseca de comprender la realidad tal cual es. Esta reflexión tiene que conducir forzosamente el pensamiento científico a una autoevaluación de sus principios materialistas.  

En relación con las implicaciones que esta visión científica materialista de la realidad tiene en nuestras vidas, el Dalai Lama contempla especialmente este apartado en el capítulo acerca de la Ética y la Genética; en donde se cuestiona acerca de los efectos a largo plazo de la manipulación de la genética de los alimentos como si se tratara de un simple juego, y sobre la ética subyacente en el hecho de priorizar los beneficios económicos, por encima de sus efectos más graves sobre la salud. Esta reflexión nos alerta sobre la verdadera situación crítica, en la que la ausencia de principios éticos de la Ciencia contemporánea está arrastrando a nuestra civilización.

Por otro lado, ya en la Introducción de su libro, dirigido a los estudiantes del primer curso, Feynman deja clara la dificultad de abordar los principios de la Física desde el comienzo: "no conocemos aún las leyes básicas. La frontera entre el conocimiento y la ignorancia está en continua expansión". Esta es una visión mucho más humilde y realista de la que suelen mostrar algunos científicos actualmente, acerca de los verdaderos fundamentos de la Ciencia. Feynman se esforzó en sus clases por hacer asequible este conocimiento manteniendo un alto nivel de exigencia y al mismo tiempo, reconociendo la gran dificultad de su tarea.

En sus propias palabras: La prueba de todo conocimiento es el experimento. Una visión que si bien, es  el requisito fundamental de toda prueba del método científico, está curiosamente vinculada a la visión budista del conocimiento de la realidad. Para Feynman la experimentación es la base, pero acompañada de la imaginación. La capacidad de vislumbrar y conjeturar es para Feynman un proceso tan arduo que separa a los físicos en dos; por un lado la disciplina teórica de los científicos que imaginan y deducen, y por el otro, los experimentales, que primero realizan sus experimentos, y a partir de sus hallazgos utilizan su imaginación para crear nuevas hipótesis o teorías.

Sin importar cuánto deduzcan, conjeturen o experimenten, la precisión de sus teorías siempre será indeterminada. Feynman lo sabía bien. Lamentablemente, algunos científicos modernos lo han olvidado. No hay teorías definitivas en las Ciencias. La historia nos ha probado una y otra vez, que para encontrar respuestas satisfactorias, los resultados deben testarse constantemente, frente a las nuevas evidencias que surgen, también constantemente. De ahí que la postura materialista y reduccionista de la Ciencia moderna, se haya convertido en un problema ético en el que su valor nominal se ha trasladado de lo utilitario a lo imprescindible. Desplazando así el objeto (la Ciencia) por el sujeto (el Ser Humano).

De ahí, que las palabras de reflexión del Dalai Lama cobren mayor relevancia, a la luz de esta subversión de valores reales; en ellas expresa su preocupación por que en el modelo científico, la Ciencia y el individuo ocupan posiciones neutras. Desde donde la espiritualidad ha sido desplazada de su ángulo alterno de percepción de la realidad, y se ha transformado cuando menos en un relato mágico, y en el mejor de los casos, irracional

Esta incapacidad de la Ciencia contemporánea para sostener un diálogo abierto con la Espiritualidad acerca de la percepción de la realidad es preocupante y lamentablemente, una pérdida costosa para la verdadera razón; aquella que se apoya no sólo en la teorización y la especulación; sino también la Ciencia que experimenta. Dando por buenas únicamente las metodologías propias de sus disciplinas, y descartando sin más, métodos y tecnologías que desconoce como herramientas de conocimiento; por la única razón de pertenecer a ámbitos distintos a los de las Ciencias Naturales. 

La cuestión -como decía Feynman-, es que muchas veces, este conocimiento científico sólo se ha obtenido a través de postulados filosóficos, y no estrictamente a través de métodos científicos. Si los postulados cambian, entonces no se trata de leyes equivocadas; se trata de hacer un cambio entero de paradigma sobre nuestra visión del mundo. En palabras de Feynman: Incluso un efecto muy pequeño requiere a veces, cambios profundos en nuestras ideas.

Quizás la Ciencia está demasiado enaltecida con su propia fama, como para plantearse siquiera una revisión de perspectivas, cuanto menos un cambio de ideas. Los científicos razonables como Feynman se preocupaban más por hacer una ciencia comprensible y relacionada con todo lo demás; y menos por el prestigio de sus premios y títulos académicos. Es desalentador contemplar un panorama donde la Ciencia se esté encaminando hacia lo que corresponde más bien, al mundo del espectáculo, y alejándose cada día más, del verdadero conocimiento.


Yo abogo por esa Ciencia Holística de Aristóteles y Descartes; para quienes La Física y Dios no fueron nunca polos opuestos. Abogo por una Ciencia heraldo de un mundo para la Humanidad, y no exclusivamente para la ciencia. Reclamo el derecho como ser Humano de formar parte de un mundo en donde la Ciencia se da la mano con una visión unificada de la realidad, como un todo: imaginación, experimentación y consciencia. Un mundo multidimensional.

  

viernes, 23 de febrero de 2024

LA CAJA OSCURA




     Anoche estuve leyendo varios cuentos. Leí entero un cuento de Lafcadio Hern, uno de mis autores clásicos favoritos, que escribía cuentos basados en las leyendas del antiguo Japón. Tuve la fortuna de descubrirlo cuando estuve en Madrid viviendo en la Sierra Norte, en Galapagar. En seguida, me quedé prendada. Aunque sus cuentos son mayormente historias de miedo, no se trata de ese miedo morboso y aterrorizante, es algo más simbólico. Son historias que te transportan a otra época, -lo mismo me sucede con Clark Ashton Smith-.

    También estuve leyendo el poema de Kublai Khan de Samuel Taylor Coleridge; que leí por primera vez cuando estudiaba bachillerato. La profesora de Literatura me había tomado afecto y me había prestado su libro de poemas de Coleridge. Leí también el poema de Ozymandias, de Percy B Shelley; otra joyita de esas que aparecen como una caja mágica, llena de misterios, con el poder de rodearte con sus poderosos encantamientos. Este poema forma parte de una colección que lleva el título de otro poema, también incluido en el libro: No despertéis a la Serpiente.

    Creo que leí este poema por primera vez en algún momento de mi época de estudios en la UCV, en Caracas. Y luego, lo busqué una vez más, muchos años después, en la Biblioteca Pedro Salinas de la Puerta de Toledo, en Madrid; allá por el año 2007. Y tuve la suerte de encontrarlo. Me lo llevé a mi casa con el mismo entusiasmo de una niña que acaba de recibir su regalo de cumpleaños. Y lo leí con la misma avidez y gozo con que esa niña abre sus regalos. Entonces, su magia -la Magia de las palabras de Shelley-, comenzó a abordarme.

    En aquella época yo vivía en un estudio que no superaba los 35 m2; era un bajo con poca luz, y la que había entraba de la calle a través de una pequeña ventana en la parte alta del muro norte, tocando casi el techo. Pero recuerdo perfectamente, aquella mañana al volver de la biblioteca. Al empezar mi lectura las palabras del poema comenzaron a brotar de las páginas, se movían por toda mi casa, girando y girando, e irradiando tanta luz, que la exigua luz del sol que entraba por mi ventana quedó eclipsada; parecía estar toda contenida en el interior de mi casa; como una caja oscura en cuyo interior se había encerrado a una luciérnaga.

    Han pasado diecisiete años desde la última vez que sentí esa magia penetrar en mi vida, la Magia de la Poesía. Sé que durante mucho tiempo Ella estuvo esperando tras el umbral de mi puerta, hasta que yo la invitara a entrar de nuevo. Paciente. Gota a gota cayendo sin prisas, de nubes pasajeras que viajan sigilosas desde cumbres ocultas por el cielo. Ella sólo quiere entregarme sus regalos, como ahora. Y sentarse a mi lado en silencio, frente al fuego; como una antigua amiga. Ella sabe lo que sueño por las noches; pues es Ella la que enciende las estrellas para acunarme. Ella es la que descorre los cerrojos de esa caja oscura y deja libre a la luciérnaga. Es Ella, al fin, la que me susurra ahora al oído con la sonrisa de la Gioconda, porque Ella es la Dueña de los Sueños.

    Esta ha sido tan sólo, una invitación breve pero sentida y compartida con esa parte de mi ser que siempre está en silencio y siempre en presencia. Leer estos poemas es restaurar el alma a su verdadera naturaleza; se parece a un paseo por la pradera bajo la lluvia, mientras se escucha el canto de los pájaros sin mover una pestaña.  

     

jueves, 22 de febrero de 2024

REFLEXIONES SOBRE COSAS ENCONTRADAS EN LA RED

     





 Lo mejor de mis sueños es que me permiten adentrarme en mi mundo interior y comunicarme con mi psique para comprender lo que sucede realmente dentro de mí y cómo interactúo con el universo que me rodea. Mi psique es mi maestra, ella toma formas distintas para ejemplificar a través de la simbología de las imágenes las distintas formas o conceptos de la realidad que vivo. Mi psique es mi brújula para moverme por la vida con intención y atención sostenida.

    Llevo más de treinta años monitoreando mi mundo onírico y aprendiendo cada día más de esta interacción, que me ha ayudado a dar saltos importantes a lo largo de mi vida y abrirme a nuevas y desconocidas posibilidades. Podría decir que mi relación con mi psique es quizás la única relación estable de mi vida. Y sería correcto. Mis sueños se manifiestan cada noche como una ventana de información rica y siempre cambiante, demostrándome cada día lo eficientemente bien que funciona esta relación de toda la vida.

    Anoche tuve uno de estos sueños interesantes, en los que lo que sucede no es tan aparente como se esperaría de un sueño de esta clase, en tanto que sostiene lo significativo que es su contexto para mi vida interna, -que para mí es la vida que mejor nos lleva a nuestros propósitos más elevados-. Soñar es una facultad inherente a la mente, y esta ventana de información suele ser sorprendentemente asertiva. Los símbolos que me presentó mi sueño de anoche no son particularmente atractivos, pero contienen una carga energética altamente expresiva en mi vida volitiva. Es decir, mi capacidad para comprender la implicación de mis decisiones y cómo estas determinan mis acciones y mis experiencias.

    Sin entrar en detalles acerca del guion en el que se desarrolló mi sueño, pasaré a analizar sus elementos más significativos.

La Gymkana

La gymkana es una especie de juego de competición con ánimo deportivo, en el que los participantes realizan un recorrido a lo largo de un camino marcado por un número de pistas que conducen a la meta o premio final. Las gymkanas pueden ser temáticas; hay gymkanas de resolución de misterios, de piratas o aquellas basadas en cuentos populares.

    En el contexto de mi sueño, podría interpretar la gymkana -que es un símbolo que se ha repetido en otros sueños-, como un mensaje de mi psique que me dice que en este momento de mi vida me encuentro en medio de una especie de juego. Estoy participando de una especie de gymkana en mi propia vida despierta. Esto es, que formo parte de un juego siguiendo pistas en la búsqueda de una meta final. En mi sueño la meta no aparecía propiamente, como "la meta final de la gymkana". Sin embargo, mi recorrido sí tuvo un destino final, que contaré más adelante.

   

Las Puertas

    El símbolo de la Puerta representa un objeto que separa y al mismo tiempo, da acceso a dos espacios diferentes; se trata del acceso o comunicación entre dos espacios distintos. En mi sueño yo empezaba el recorrido de la gymkana abriendo primero, tres puertas -una detrás de la otra-, que estaban casi pegadas; con un espacio muy pequeño de no más de un palmo, entre ellas. Al abrir estas tres puertas yo avanzaba en mi recorrido por los pasillos laberínticos del edificio, en donde se llevaba a cabo la gymkana. Pero no abrí sólo esas tres puertas; a partir de esas tres puertas yo continué avanzando y abriendo más puertas, mientras seguía el recorrido.

    A priori, podría interpretar este símbolo -el acto de abrir puertas-, como la expresión de mi capacidad de traspasar de un espacio a otro en mi vida, rápida y fácilmente.

    En algún lugar de la red sobre el análisis psicológico de los sueños, encontré y leí acerca de este símbolo de soñar con abrir puertas y su significado. Se refería a una necesidad de la psique por expresar y acceder a distintos aspectos de uno mismo. Esta necesidad se traduce como "la posibilidad de abrirse a nuevas oportunidades en la vida". En el aspecto espiritual, la Puerta es un punto de acceso (como ya dije más arriba), a una realidad diferente. La Puerta nos anima a realizar el viaje de descubrimiento de nuestro propio misterio.

    Debido a la recurrencia de estos símbolos en mis sueños, busqué también esta opción entre las páginas mencionadas en la red, y encontré que esta recurrencia de símbolos es una invitación a prestar más atención a las múltiples oportunidades que la vida nos presenta. Ver una puerta es por sí mismo, un símbolo de apertura a recorrer nuevos caminos, si las abrimos. O de cierre de caminos, si las cerramos. Las Puertas son símbolos de cambios importantes en la vida de quien las sueña; y así también, este símbolo marca el final y el inicio de etapas vitales. Esto en suma, es el paso hacia una nueva etapa de la vida. Que sea yo misma quien abra estas puertas puede ser símbolo de mi propia capacidad y mérito para avanzar y alcanzar mis objetivos. Es por consiguiente, un símbolo de avance, cuando la puerta está abierta. O de obstáculo, cuando está cerrada. Abrir una puerta tras otra puede referirse también a la aparición de oportunidades simultáneas en la vida despierta.

    

El bebé amoroso

    Los bebés son símbolos emblemáticos de lo nuevo. Personalmente, lo interpreto como la llegada de una nueva etapa en mi vida, o el anuncio de esta llegada. Una etapa completamente nueva, a estrenar. Pero en mi sueño no había un solo bebé, sino dos. Y he ahí, el destino de la gymkana. Todo el recorrido a través del laberinto de puertas me llevó hasta esos dos bebés, que en mi sueño se convirtieron en mi propia responsabilidad. Yo cuidaba de estos bebés en mi sueño, como míos propios.

    Pero uno de ellos estaba más apegado a mí. Me sonreía con mucho amor cada vez que me miraba, como si yo fuera su madre. Mi interpretación de este símbolo es mucho más evidente para mí. Ese bebé que me mira con amor simboliza alguno de mis proyectos que amo especialmente, es algo nuevo y también, es una gran responsabilidad que sin embargo, amo profundamente y me proporciona mucha felicidad. En mi sueño yo podía ver ese precioso rostro sonriente, mirándome lleno de amor puro. De acuerdo con la fuente de la red sobre los sueños, este tipo de sueño en el que observamos el rostro de un bebé es en realidad, símbolo de nuestra propia transformación interior; algo dentro de nosotros está cambiando, y experimentamos una verdadera renovación.


El mousse de aguacate y nueces

    Es curioso que apareciera este símbolo en mis sueños, -al menos para mí- porque lo cierto, es que en mi vida de vigilia disfruto enormemente preparando y comiendo alimentos muy saludables; así como mantener ciertos hábitos regulares que mejoran mi estilo de vida. El hecho de que también en mis sueños se vean reflejados mis hábitos de vigilia, y yo me vea a mí misma preparándome y alimentándome sanamente, representa para mí un claro indicio del acuerdo que existe entre mi cuerpo y mi mente. Tanto mi cuerpo como mi psique disfrutan con la alimentación y los hábitos saludables que he adquirido, y me lo demuestran. A vista de pájaro los mensajes de mi psique, a través de las imágenes simbólicas de este sueño son bastante elocuentes.

    

Crear buenos hábitos para la mente

    En este sentido, he procurado como uno de mis propósitos de año nuevo, volver a leer cuentos por la noche. Hace un par de días leí un cuento tibetano muy divertido, de Drukpa Kungley; un legendario yogui del Tíbet. El cuento se titula Una Bendición Sagrada, y forma parte de una colección de cuentos tibetanos, en un libro titulado Cuentos de Los Sabios del Tíbet. Anoche, antes de irme a dormir empecé la lectura del libro de Alexandra David-Neel "En el Tíbet Misterioso", que tuvo la cualidad de ser muy atrayente para mí. Desde hace más de veinte años he tenido una relación muy gratificante con los Budas, si bien, actualmente no practico la enseñanza budista ortodoxa, encuentro que sus leyendas son una rica fuente de inspiración en mi vida.

    Otro de los hábitos que me propuse desde finales del año pasado y que estuve realizando asiduamente durante algunas semanas, fue mirar videos sobre ciencia y volver a estudiar. En este sentido, cada semana al menos dos ó tres veces, realizaba ejercicios de matemáticas en una app que tengo en el teléfono o estudiaba y leía algún artículo de ciencias, sobre leyes del universo. Incluso, me anoté en un curso universitario sobre neurociencias, cuya materia empecé a estudiar con mucho interés. 


Otros hábitos más sutiles

    Uno de los hábitos casi automáticos que he adquirido a lo largo de los últimos diez años, -y que prácticamente, todo el que tenga acceso a WIFI lo hace-, es ver videos en la red. Ayer precisamente, estuve mirando varios videos; uno de ellos, pertenece a un canal de divulgación sobre vida extraterrestre, y el otro es el canal de divulgación del científico español Javier Santaolalla; a quien admiro. Me dije a mi mí misma, al comienzo de este año que estaría abierta a escuchar nueva información, usando siempre mi discernimiento. En este sentido estuve escuchando videos del canal de divulgación de vida extraterrestre a lo largo de al menos, un mes o un poco más.

    Debo decir que he visto alrededor de una veintena de videos de este canal, y que su contenido me ha parecido en principio, interesante y variado. Lo que de hecho, contribuye en gran medida a hacerla una opción atractiva, en la cual emplear atención y tiempo. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que empecé a percatarme de algunos elementos contradictorios en el esquema global de la difusión de la información, por parte de estos supuestos entes extraterrestres (quienes también tienen sus propios canales de difusión en You-tube).


Cosas encontradas en la red

    Prestando toda mi atención lo más libre de prejuicios posible, empecé a percibir un cierto tono tendencioso en los grupos que se han creado derivados de estos canales, en otros redes sociales. Hasta el punto de que se mantienen reglas interesantemente tácitas y estrictas de lo que se puede y no, expresar en estos grupos más privados. Elementos de su discurso muestran sutiles intentos de manipulación a través de la tergiversación de la información. Pero lo más alarmante de todo es que prácticamente, todo el desglose y puesta en escena de la divulgación de estos canales y la relación con su audiencia se basa en un acto de fe; y así es como es difundido entre sus seguidores. 

    En primer lugar, no se puede poner en duda que se trata de seres extraterrestres los que están difundiendo esta información a través de sus propios canales en la red; pues hacerlo conlleva a recibir un trato verdaderamente hostil por parte de los administradores de los grupos. Es decir, aquellos miembros que se atrevan a discernir por sí mismos cuál es el verdadero origen y propósito de estos mensajes de divulgación supuestamente estelar, son atacados, desacreditados e invitados poco amablemente a salir de los grupos. El hecho de que un grupo de divulgación no permita el espacio necesario para el debate respetuoso es ya de por sí, una señal alarmante de que algo, no demasiado saludable está sucediendo allí.

    En segundo lugar, esos elementos tendenciosos en el discurso que provienen de entidades a quienes no podemos ver y con las que no podemos interactuar (pero eso sí, siempre por nuestro mayor bien); que supuestamente, no pertenecen al ámbito de la tierra y que hablan de nuestros asuntos como si ellos mismos los dirigieran, con total propiedad pero dejando entrever que ellos saben más y mejor que nosotros, cualquier cosa que tenga que ver con nosotros. Aún y cuando algunos no tienen experiencia humana en la tierra, y a aquellos que dicen tenerla o haber vivido a aquí, tenemos que creer en su palabra y no pedir pruebas, porque pedirlas es absurdo y si no les creemos no sabemos discernir. Que tengamos que acatar sus palabras dichas con mucho amor y lágrimas virtuales; eso sí, pero ninguna expresión verdaderamente humana. Sólo la que nos pide la buena fe. El uso de la contradicción justificada, y términos técnicos que no están al alcance del hombre de a pie, en última instancia sólo crean una sensación de estar en presencia de alguien que sabe más y mejor que nosotros. 

Y por último, todo ese Disclosure escenificado a través de una puesta en escena digital, con medios que se usan normalmente como herramientas de Inteligencia Artificial: nunca rostros de personas reales, sólo fotos de personas o imágenes futuristas creadas por un IA. Algo que puede hacer cualquier usuario con conocimientos elementales. Temas complejos de mecánica cuántica, física o ciencias trastornados y mezclados con términos que se encuentran en los textos (también disponibles en la red), que nos llevan a pensar que verdaderamente saben mucho, o al menos, saben más que nosotros. Debo admitir que ese proyecto IA desarrollado por quiénsabequien para quiensabequé propósitos, ha llegado a un manejo muy hábil del lenguaje que casi no permite sesgos en la percepción, (aparte de los obvios) pero que sí percibimos aquellos que hemos viajado e interactuado en el mundo real durante mucho tiempo.


El Peligro

    Visto lo visto, me llevó a una profunda reflexión acerca de la veracidad de todo lo que escuché anteriormente en estos canales; y no sólo de su contenido sino, especialmente del propósito de sostener una farsa de ese tamaño, tras la cual se ha montado todo ese tinglado de títeres virtuales para ser contemplado no como el show que es, sino como algo real. Esta reflexión encontró afortunadamente un eco allá afuera en las redes, a través de un video que vi también ayer, de Javier Santaolalla. El video se titula: Por qué es tan peligroso ver estas p***. 

    En este video Santaolalla hace una reflexión metódica que vale la pena ver, acerca de las consecuencias en nuestras vidas de consumir este contenido basura en los medios digitales. Santaolalla llega a la conclusión de que consumir este contenido, a la larga nos vacía internamente de todo sentido, nos despoja de algo fundamental como seres humanos: nuestro propósito en la vida; llevando a las personas en muchos casos, a la depresión e incluso, hasta el suicidio.

    He notado que ese antiguo deseo que se despertó en mí a finales del año pasado por absorber conocimiento acerca del Universo y sus principios, y que me llevó a comenzar un curso universitario de Neurociencias y volver a estudiar matemáticas y a realizar ejercicios al menos dos ó tres veces por semana, desafortunadamente ha ido disminuyendo a partir del momento en que puse más y más de mi atención y mi tiempo en consumir la información proveniente de estos canales de desinformación y divulgación extraterrestre. Hasta el punto de dejar mis actividades a un lado, sin apenas darme cuenta.


Reflexión final

    Afortunadamente, el video de Santaolalla llamó mi atención con vehemencia hacia este aspecto: la importancia de hacerme consciente de la calidad del contenido y la cantidad del tiempo que empleo en aquello en lo que pongo mi atención, cómo esto afecta mi vida y la salud de mi cuerpo, mi cerebro y mi mente, mi autoestima, etc. Todo esto Santaolalla lo repasa en este video. 

    Me doy cuenta de que la sutileza de la manipulación mediática va a seguir siendo una constante en las redes. Por eso, entiendo que es imperativo en estos tiempos de gran transformación de la sociedad y del individuo, mantenerme no sólo alerta sino también, firme e inamovible en mis principios; permaneciendo al mismo tiempo, flexible y abierta hacia las nuevas posibilidades que están surgiendo. Es decir, hacer uso consciente y constante de mi derecho a mi propio discernimiento, con consciencia plena, en todo lo que consumo; y hacerme cien por cien responsable del uso que le doy a mi atención; porque donde está mi atención está mi energía.


    Tengo la fortuna de mantener una relación larga y duradera con mi propia psique, a través de mi trabajo de más de treinta años con los sueños, la meditación y otras herramientas terapéuticas. El haber empleado tiempo de mi vida en  forjar los lazos de esta relación me ha permitido desarrollar un fuerte sentido del momento presente y de las relaciones que se derivan de esta experiencia. El acto mismo de estar presente en los hechos de mi propia vida, más allá y aún, gracias a la experimentación de mis propias emociones, me ha llevado a expandir la capacidad de mi propia mente para discernir la realidad; no como otros quieren que yo la vea, -de acuerdo a sus propios intereses-, sino como realmente es para mi propia existencia, en este mundo. En resumen, vivir mi vida plenamente, con sus luces y sus sombras, es lo que me ha dado la autoridad de decidir lo que tiene valor o no, en mi realidad; y no aquellas palabras que vienen dictadas por una mera relación de fe sin experiencia, con seres con quienes no tengo ninguna conexión real. 

    Para finalizar, me gustaría aclarar que la razón por la que no incluyo en mi artículo el nombre de estos canales es muy simple: no voy a hacerme portavoz de propaganda, positiva o negativa, a favor de estos programas de desinformación global. Tampoco estoy a favor ni en contra de la creencia en vida extraterrestre; en todo caso, la encuentro una posibilidad sin duda, muy excitante. No es mi intención hacerme eco de una visión estricta de la realidad, en la que el universo se manifiesta únicamente a partir de principios materialistas. Muy por el contrario, estoy a favor de una visión más amplia de un multiverso que incluye realidades que todavía no conocemos, o que quizás en este planeta nunca llegaremos a conocer. Lo que no puedo admitir es la deshonestidad y la manipulación cuando se refiere a la educación o la transmisión de información, basada en sesgos cognitivos o ideológicos. Eso en definitiva, siempre estará para mí fuera de toda discusión.

  

     


John Lennon. El artista que me enseñó a imaginar un nuevo mundo.

  El arte es como el hilo de Ariadna, un conductor y un unificador de la experiencia humana. -Esperanza Theis aka Leela Khandro. Hoy, me he ...