jueves, 23 de mayo de 2024

Haiku de la Mariposa

La mariposa

ya no recuerda

la piel del gusano


Ni cae el peso 

del mundo entero

sobre sus alas


El viento susurra

su nombre

Mari... Posa


La mariposa sueña

que es Xuangtzú

que sueña ser mariposa


Recordando que

yo era mariposa

soñé que fui Xuangtzú.










jueves, 16 de mayo de 2024

El Caballo-dragón blanco





He leído el I Ching desde que era muy joven. La primera vez que conocí el Libro de las Mutaciones era una adolescente que estudiaba Secundaria en mi pueblo natal, en Venezuela.


Todavía recuerdo el momento exacto en que me topé con esta antigua y magnífica fuente de sabiduría. Estaba deambulando por mi escuela durante un recreo. Salí de la rejilla de la escuela sólo para comprar algo diferente para el almuerzo. Sentí el impulso de entrar a la pequeña librería que había justo al final de la esquina. Y ahí estaba. Yi me guiñó un ojo a través de su brillante cubierta amarilla y susurró: "llévame contigo". Y obedecí.

Desde ese preciso momento, Yi ha estado conmigo casi todos los días de mi vida, en la oscuridad y la luz, en las caídas y en las alturas. En el Yin y el Yang.

Anoche fui a ver a Yi como siempre, para preguntarle algo que quería saber, y ella me respondió con imágenes que -como de costumbre- trascendieron mi alma. Me fui a dormir con la urgencia de dibujar esas imágenes y juntarlas en un diseño, con la intención de retribuirle por todos estos años de compañía y consejo.

La Historia del Caballo-dragón HeTu

La pezuña de Caballo-dragón blanco mirando al oeste


Llevando a Tang Sanzang y siguiendo a sus tres discípulos.


Va a Occidente para aprender escrituras budistas en la vía principal


Está a decenas de miles de kilómetros de distancia...


 Caballo-dragón blanco

Esto es parte de un sitio web chino de Feng Shui en chino original, donde encontré estas maravillosas imágenes sobre el Caballo-dragón blanco del Oeste. No soy practicante de Feng Shui, ni siquiera taoísta. Pero los símbolos del I Ching siempre han vivido conmigo desde ese momento de mi vida que ya describí. A efectos de la imaginería, debo añadir que en algunas versiones Tang Sanzang (el monje) era una joya. De hecho, en estas versiones el Caballo-dragón blanco lleva un jade verde sobre su lomo. 

Me imagino este mapa de la nueva Tierra (Imperio Chino) tallado mágicamente en un jade reluciente, brillando en la parte superior del lomo del Caballo-dragón blanco.

También he interactuado con estos magníficos personajes, como los dragones y Caballos-dragón que surgieron de las escrituras originales; y puedo decir por mi propia experiencia que de hecho, son seres vivos muy reales. También soy consciente de que en muchas formas, estos seres vivos siempre están tratando de comunicarse con los seres humanos, cada vez que mostramos algún signo de comprensión. Como estoy abierta a ellos casi todo el tiempo, ellos también interactúan conmigo y me envían sus mensajes, siempre que haya algún mensaje que entregar.

Así que en esta ocasión especial no hubo realmente un mensaje de ellos sino más bien, un mensaje mío para ellos. He estado familiarizada con los hexagramas y símbolos del I Ching, pero nunca profundicé mucho en su significado, más de una o dos veces en mi vida. Esta es la tercera vez. Y la forma en que me siento impulsada a profundizar es más pictórica, siguiendo mi propio Tao. Como mi Tao me está llevando ahora a través del Río de la Vida de una forma pictórica, ése es el Camino para mí ahora.

Últimamente he estado probando mis habilidades pictóricas casi a diario y recientemente, los dibujos a mano libre con mis aplicaciones de computadora son la herramienta que más me interesa. Como considero que las herramientas son siempre un medio y no un fin, para mí las computadoras son tan buenas como los pinceles y el carbón para hacer volar mi imaginación. Algunos personajes interesantes han estado saltando de la pantalla y bailando, como en las tomas de una película. Y algunos surgieron de los propios símbolos del I Ching. Debido a mi conexión con este Libro de misterio y sabiduría, puedo interpretar estos personajes como una especie de espectro de significados. El simbolismo es un patrón de lenguaje muy complejo. Y no desconozco la dinámica de estos patrones cuando se trata de creatividad o imaginación.


Sin embargo, tengo miedo de dar un salto demasiado pronto en este ámbito de potencial de significado y perder la conexión con la dinámica de la creación misma. Los artistas necesitamos un espacio en blanco para la creación. Un campo de juego de posibilidades ilimitadas, para que podamos experimentar y crecer en todas las direcciones posibles. Buscar el significado de los fenómenos cuando surge el momento es quitarle el momento a la experiencia. Por eso elijo no darles un significado. Aún no. Sino que lo dejo descubrir a través del proceso de creación.


Y eso es algo que quiero compartir cuando esté sucediendo. Como ahora.


Visita mi blog Cosmic Visions para ver mis nuevas composiciones del I Ching.


Para comprar mi obra de arte visita mi Patreon.


jueves, 25 de abril de 2024

Arte y Parte




Ha pasado casi un mes sin darme cuenta y sin volver a poner una letras en mi blog. Como suele pasar, la atención se fija en los objetos y es absorbida por el movimiento de estos a lo largo del tiempo. Es un misterio cómo la conciencia entra y sale de esos reinos hipnóticos guiada tan sólo por la atención. Y sin embargo, es una profunda lección sobre el valor inestimable de poner nuestra energía afuera de nosotros mismos.

Con esto lo que en realidad quiero expresar es lo fácil que resulta distraerse. Pero mi distracción en este caso, me ha llevado a reencontrarme con la expresión de mi creatividad, jugando con nuevas herramientas sobre antiguas pasiones largamente relegadas. Me refiero a que he estado pintando. Me he dedicado de pleno a lo largo de este mes a desarrollar un portafolio de mi trabajo artístico más reciente, en particular de mi obra pictórica y fotográfica. Me siento muy contenta con este proyecto que estoy emprendiendo y que me está llevando de la mano, también muy sutilmente, abriéndome perspectivas que nunca antes hubiera imaginado.

Yo tenía 21 años cuando empecé mi carrera artística en la Universidad de Santa Isabel de Hungría, en la ciudad de Sevilla, al sur de España. Lo cierto es que mi entrada en el mundo del arte no fue en absoluto un plan trazado por mi propia voluntad o la de mis familiares. Muy por el contrario. Lo que yo tenía en mente como mis estudios universitarios no se parecía en nada con lo que al final elegí. Empecé en Caracas, la ciudad donde nací, apenas con 17 años entré en la Escuela de Artes, de la Universidad Central. Un lugar que estimo en mis recuerdos, por ser el portal que me abrió la mente hacia nuevos horizontes intelectuales y éticos.

Debo admitir que mi elección no fue jamás del gusto de mi familia. Sin embargo, por mucho que me pesara su oposición, terminó dejando de tener valor a lo largo de mi vida; como con muchas otras de mis elecciones. La muerte de mi padre cambió mi vida de muchas formas que tampoco habría imaginado. No solamente había desaparecido el pilar sostenedor de nuestra paradójica familia disfuncional, sino que también su ausencia en mi mundo emocional dejó una mella profunda que todavía no he podido terminar de sanar. Fue por su partida que perdí los deseos de continuar mis estudios, y también de vivir en mi país. Sentía profundamente el deseo de salir corriendo de la casa de mis padres y encontrar mi propio rumbo en otros lares. Esa fue la motivación que me llevó a vivir a Sevilla con 21 años.  

Me encontré con una actividad completamente nueva, con amistades y conocimientos que no esperaba y de los que no me sentía tan segura. Mis primeros dos años en la facultad fueron pura diversión, no sin ciertas pruebas difíciles -como todo en mi vida-, pero mis recuerdos de aquellos primeros años los he llevado con mucho cariño en la memoria todos estos años. Fue al inicio del tercer año que me di cuenta de que no tenía lo fundamental para continuar estudiando; me di cuenta de que no tenía el apoyo económico necesario, y que definitivamente, no lo recibiría por parte de mi familia. Aún así yo seguí pintando, algunas veces entraba a las clases y hacia algún boceto y durante varios años mantuve algunos de mis mejores amigos como Jesús Almendro.

Cuando por fin dejé la Facultad, aún viviendo en Sevilla, seguía dibujando y pintando por mi cuenta. Incluso, tuve buenos amigos (como Javier el Papi) que venían a mi casa y posaban gratis para mis bocetos. Fue todavía una época divertida, porque yo era joven y las cosas que más tarde en la vida me han llenado de temor y ansiedad, en aquel entonces no tenían mucha importancia; como el dinero. Pero la vida tiene maneras de llamar nuestra atención sobre esas cosas, especialmente cuando no queremos escucharla. 

La mayoría de mis cuadros y mis dibujos los regalé a mis amigos, otros los perdí; como mi carpeta de fin de curso del Segundo Año, de Anatomía Humana. Pero yo seguía pintando acuarelas, guashe, temples; a veces algún óleo. Hasta que se acabó la única cosa que no me importaba: el dinero. Y tuve que empezar a trabajar para poder vivir. Esa fue mi primera dura prueba de la vida, mi primer desvío del camino. Aunque los años pasaban yo seguía pintando o dibujando; si bien, nunca me sentí demasiado orgullosa de mí misma por nada, menos por lo que pintaba o creaba, admito que sí que había una sensación de estar a salvo y más cerca de ser feliz cuando pintaba o diseñaba algo.

Pasaron los años y regresé a Venezuela; me llevé conmigo mis tintas, mis pinceles y algunos dibujos, que por cierto, ya han desaparecido; son demasiados los caminos que he recorrido como para poder llevar tanta carga sobre mi espalda. Pero yo seguía pintando. Allí también en aquella ciudad que siempre me pareció tan extraña, aunque fuera mi ciudad natal; en aquella casa que era la casa de mi familia, pero que para mí era la casa de un grupo de personas que no me conocían y que tampoco tenían el deseo de conocerme. Pintaba sin darme cuenta, porque pintando me olvidaba de que no era feliz en donde estaba y de que mi vida no era la vida que yo deseaba. Pintando yo creaba al menos simbólicamente, la vida que siempre había querido.

Allí pinté sobre todo acuarelas y algunos retratos. También escribí dos de los libros de mi Trilogía de Arcana. y fue allí donde alguno de los ángeles que supuestamente, están a cargo de mí en esta vida, debe haberse compadecido de mi infelicidad porque un día sin esperarlo, mi vida dio un gran giro. Y entonces, conocí al hombre que sería para mí como el padre que nunca tuve, mi amado e inolvidable maestro el Lama Ole Nydahl. Mi vida cambió inexorablemente al conocerlo, pero también cambió mi mente y todas esas cosas que yo amaba hacer, como pintar y escribir, de pronto tuvieron menos importancia; porque en mi vida había entrado una corriente de fuerza profunda y gozosa, que me llenaba casi completamente de una alegría que jamás había sentido.

Pero yo seguía escribiendo, aunque ya casi no pintaba. Mis acuarelas y otros dibujos se fueron quedando por el camino entre mis innumerables mudanzas. Hasta que pasados los años y ya retirada de la escuela de mi Lama, eché un vistazo hacia atrás en la memoria y vi que un huracán había pasado barriendo todo lo que había en mi vida; excepto una cosa, el deseo de crear. 

He perdido casi todo lo que tenía en la vida. Perdí a mi familia, a todos mis amigos, excepto a 1 ó 2. Perdí todo el dinero que tenía, todos los trabajos, todos los amantes; lo perdí prácticamente todo. Pero todavía estaba con vida. Esa dura Maestra llamada realidad me había enseñado una lección inolvidable, tanto o más que las lecciones de compasión y sabiduría de mi Lama. Me había enseñado la única cosa que es permanente en esta vida: que nada ni nadie dura para siempre. Sin embargo, sí que quedaba dentro de mí una cosa, y era ese deseo. La necesidad espiritual de crear

Volví a usar mi creatividad pictórica hará más o menos, un par de años. Tomando fotos de mis viajes y haciendo varios retoques. recibí algunos premios en una plataforma online; nada que me hiciera famosa. Pero esos simples gestos de reconocimiento de los jueces y pares hizo que renaciera en mí esa chispa creativa, que lentamente ha ido creciendo hasta convertirse de nuevo, en una hoguera con calor suficiente como para mantenerse viva por más tiempo.

Actualmente estoy diseñando pintura digital. Comencé con los caleidoscopio, que surgieron de esta experimentación con mis propias fotografías, y los resultados realmente me complacieron. De modo, que seguí experimentando. Ahora entré en una nueva fase, a partir de más o menos 1 año, comencé el diseño de Mandalas, y esta práctica me ha reportado una gran alegría y muchas veces una profunda plenitud interior. Esto no significa que todo se ha organizado perfectamente en mi vida; pero tengo la certidumbre de que esos patrones geométricos que tanto amo diseñar, esas luces y transparencias que tanto me sorprenden y me fascinan están obrando de algún modo, su hechizo en mi propia vida.

Los laberintos también fueron un proyecto muy hermoso que inicié el año pasado y del cual surgió la investigación y el libro publicado este año: La Serpiente del Laberinto. De modo que sí, ha pasado el tiempo. Y sí, he estado ocupada. 

Aquí me gustaría compartir parte de mi trabajo pictórico junto con los enlaces a mis libros mencionados.

Mandalas


Laberintos

Fotos de mis viajes editadas



 





Aquí dejo también el enlace a mi blog, que inicié junto a éste en el 2020, y que ha resultado ser mi carpeta de trabajo para todos mis nuevos diseños. Cosmic Visions (I see my World)

La imagen de portada de este artículo representa uno de los diseños más recientes en los que estoy trabajando. He creado perfiles en Tumblr, Patreon y Fanpage en Facebook. Y actualizo mi blog todos los días.

Visita mis otros blogs, comparte y apoya mi obra artística. Tiene una historia y el valor de una vida, vivida desde el fondo del alma. Este ha sido un largo viaje, que espero continúe. Mantengo el deseo de seguir creando, ya sea con la pluma o con el pincel.



sábado, 30 de marzo de 2024

MÁS RÁPIDO QUE LA LUZ

 

Hipotética nave viajando a la velocidad de la luz


He leído en uno de los grupos de ciencia en Quora, que no existe en el universo tal cosa como la gravedad cero; que de hecho, en todo el universo la fuerza gravitatoria actúa dependiendo de la masa. Incluso, que la influencia gravitatoria de las galaxias y constelaciones (léase, los objetos en el espacio) puede llegar a alcanzar millones de años luz: “Aún cuando los objetos están sumamente lejos su campo gravitatorio se extiende como un gradiente infinito”. ( Luis Medrano. En el Grupo Curiosidades del espacio/tiempo. En Quora). Esta idea me agradó y comenzó a actuar como acicate en mi mente, en busca de respuestas a nuevas incógnitas.


Leí que la velocidad de la luz no es infinita, me explico: que superar la velocidad de la luz depende del medio en el que se propaga. Y esta idea también prendió una mecha en mi mente; ¡Ah! entonces, la velocidad de la luz NO es la velocidad más rápida en el Universo, como la ciencia nos ha enseñado desde siempre. Interesante. Recordé una discusión que tuve hace mucho tiempo con mi maestro de Reiki. Un conflicto de ideas acaloradas porque yo tuve la osadía de decir que existe algo más veloz que la luz.


Lo que en realidad sucede, es que la luz se acomoda a una Constante; una Ley que es emitida directamente desde el Universo y que dice que: la luz sólo puede viajar a esta velocidad Constante (o velocidad C) por debajo del vacío. O bien: cuando se habla de la velocidad de la luz como la velocidad más rápida del universo, se está hablando de la velocidad de la luz en el vacío. (Luis Medrano, idem.)


Hasta aquí todo bien, pero ¿qué pasa cuando la luz entra en un medio más denso, como por ejemplo, la atmósfera terrestre? La velocidad de la luz en el vacío se conoce como la Constante C (con un valor determinado de 299.792.458 metros por segundo. ¡Nada menos!). Lo que viene a significar que la luz pese a su extrema ligereza, al entrar en un ambiente más denso que el vacío, obliga a que su velocidad disminuya. Lo que nos hace creer que la velocidad de la Luz es la más rápida en el Universo es simplemente, la perspectiva de nuestra conciencia aclimatada a una atmósfera densa, como la de la Tierra. 


¿Por qué? Pues porque está el asunto antes mencionado, del Vacío -palabra que intentaré dilucidar más adelante-. La luz se comporta diferente cuando sale de la atmósfera terrestre, y en este Vacío podemos encontrar otras partículas; que según los cálculos matemáticos de la Teoría incompleta de la Relatividad especial, indicaron que tienen propiedades que superan esa velocidad Constante. Interesante ¿cierto? Estas partículas reconocidas hipotéticamente en la Teoría como partículas taquiónicas, poseen ciertas propiedades interesantes. Algunas como por ejemplo, moverse más rápido que esta Constante C implica necesariamente, viajar hacia atrás en el tiempo; claro está, desde la perspectiva de la mente inmersa en la realidad densa terrestre. Esto lo puntualizo porque es un detalle importante; que hasta ahora veo pasar por alto en prácticamente todas las explicaciones que la ciencia nos da, acerca de la existencia supuestamente hipotética de los Taquiones.


Otra características de los taquiones es su comportamiento atípico en relación con esta Constante C y el comportamiento de esta constante en otras partículas, como la luz. Esto es, que su asíntota es inversamente proporcional a la de las partículas de luz. O dicho de otro modo, su velocidad aumenta cuando su energía disminuye y viceversa. Y esto ¿cómo se aplica en el mundo fenoménico? O mejor dicho, ¿cómo podemos representarnos esta propiedad asintótica de los taquiones? Pues según este artículo, esta propiedad implica la capacidad de viajar en el tiempo, -como ya dije- y también, la condición de poseer una masa negativa. Esto significa que la ciencia no ha sido capaz de observar empíricamente estas partículas; o al menos, eso es lo que nos dicen. Y por eso, las denominan figuras teóricas.


Antes de adentrarme a visualizar el universo de los taquiones, su formación y su razón de ser, me gustaría empezar a desmenuzar la teoría por sus partes más débiles, como por ejemplo, la perspectiva. Si estamos hablando de una Teoría de Relatividad, que se refiere a los diferentes comportamientos de una partícula, como onda y partícula; dependiendo al mismo tiempo, del ambiente en el que actúa, ¿por qué parece que se deja de lado la perspectiva en sí misma? Aún y cuando las matemáticas ya la están señalando. Tal vez, no es suficientemente obvio que la hipótesis matemática de los taquiones pertenece a una esfera de realidad que va más allá del universo de la experiencia humana; de la vida en la Tierra, más concretamente.


En otro artículo que escribí me referí a esto de manera muy lateral. Pero quería dejar establecido el punto aquí de una forma más enfática: la existencia de partículas de masa negativa como los taquiones implica necesariamente, la existencia de un nivel de realidad que está más allá de la atmósfera densa de la Tierra, de lo mundano que conocemos y que conforma nuestra así llamada, realidad. De allí surgen una serie de conceptos y solipsismos que nos llevan a afianzar científicamente, Teorías que ni siquiera están completas; como el caso actual de la Teoría de la Relatividad.


Estoy consciente de que decir esto en voz alta no surtirá a priori, el efecto deseado en muchos lectores. De hecho, no me estoy fundando en experimentos o ecuaciones matemáticas, tan sólo en las hipótesis incompletas de la propia Teoría de Einstein (él mismo, un personaje eventualmente singular. Pero de esto no hablaré en este artículo). Lo que vengo a decir aquí es básicamente, que esa otra esfera de realidad que la Teoría de la Relatividad está ignorando solapadamente, y que las ecuaciones matemáticas sobre los Taquiones ponen en evidencia, es la esfera de la Conciencia.


De hecho, ya existen numerosos estudios científicos respaldados por evidencia empírica, acerca de la existencia verídica de este otro reino de la realidad. Hay tantos que no me atrevo a enumerar ninguno aquí, salvo y por derecho propio, la obra del insigne y desgraciadamente desaparecido Dr. Jacobo Grinberg; la cual les invito a explorar libremente.


Algunas palabras del artículo señalado con anterioridad (Revista Quora), las he escrito intencionadamente en letra cursiva, puesto que entiendo que ellas mismas actúan como los taquiones, en otra esfera de realidad. La misma palabra Realidad, significa cosas diferentes en estados diferentes de existencia. Pero es obvio, que sólo podemos conocer aquel estado de la existencia en el que nos encontramos. A menos claro, que seamos capaces de saltar a un nuevo estado, así como saltamos a una piscina.


El Universo tiene sus propias Leyes. La misma Teoría de la Relatividad nos ha ido revelando algunas de estas, de forma como ya dije, tímida y a veces titubeante y solapada. Incapaz de atreverse a admitir que Dios tiene sentido del humor, este curioso y aleatoriamente famoso personaje que todos llaman genio, (un judío que escapó de la Alemania nazi), no fue capaz de realizar él mismo ese salto y nos dejó a todos en albis. 


Las Teorías de Einstein tienen una base matemática estipulada, lo que significa que su mente subconsciente tuvo en gran medida, el privilegio de interactuar con el otro universo en el que se mueven los números y sus ecuaciones, sin ser capaz de reconocer el hecho de estar en otra realidad; o haber realizado él mismo ese viaje a otro espacio/tiempo. E=m * c2, es sólo la punta del Iceberg. Esa energía infinita que de acuerdo a la Teoría, es necesaria para que una partícula se mueva a una velocidad superior a la luz, es la Conciencia. 


De nuevo, mis afirmaciones no se basan en ecuaciones matemáticas, pero sí empíricas y demostrables con la propia experiencia. No sólo la mía. Una vez más remito al trabajo del Dr. Jacobo Grinberg, específicamente a su libro La Teoría Sintérgica. (Capítulo 3). “No es posible comprender la experiencia sensible adjudicando su emergencia a un campo energético, o a la interacción de varios campos inanimados, a menos que la dicotomía materia-Conciencia se unifique, y se postule a la Conciencia y no a la materia como primer dato y punto de partida”.


Al leer estas palabras no puedo dejar de hacerme esta pregunta: ¿por qué a pesar de la evidencia matemática, los científicos se empeñan en negarla, o en el mejor de los casos, obviarla? Esto es algo que no es posible dejar pasar por alto tan alegremente; y sin embargo, ellos lo hacen. Y se autonombran a sí mismos tenedores de la verdad. Es un poco bochornoso. No es posible creerse en posesión de la verdad cuando se niegan tantas evidencias matemáticas. Sólo porque no son capaces de verlas con sus ojos materiales.


La Teoría Sintérgica afirma que la Conciencia es un atributo del espacio y no pertenece exclusivamente a la mente humana; se encuentra permeando toda la existencia y todos los campos e hipercampos; o realidades o esferas, comoquiera que desee llamarlas. Pero la Teoría va un paso más allá -y mucho más lejos que el pobre viejecito judío, con la lengua afuera- y afirma que la Conciencia es la naturaleza básica de la lattice, llamémosle espacio. O más específicamente, el tejido de la realidad. El Dr. Grinberg la explicaba como la estructura fundamental del espacio, que funciona como una especie de red energética. De allí proviene la palabra lattice, que etimológicamente significa enrejado.


Solo para aquellos quienes seguramente tomarán las palabras de este artículo como una burla o cuando menos, puras parrafadas, les sugiero echar un vistazo a los libros del Dr. Grinberg y a sus estudios de campo sobre la conciencia. 


No quería alejarme del tema, que es comprender la existencia de estas, ya no tan hipotéticas partículas taquiónicas y su presencia en todo el universo. La Teoría incompleta de Einstein admite la existencia de los taquiones. Pero no fue sino hasta el año 1967 que un físico teórico de nombre Feinberg, nos dice que los taquiones surgieron en el momento preciso del Big Bang. De hecho, el universo entero está lleno de estas partículas. Y si seguimos la línea argumental de la Teoría Sintérgica que nos dice que el estado natural del espacio es la conciencia, podemos extender esta comprensión para introducir filosóficamente en principio, una idea: que estas partículas taquiónicas que están localizadas por todo el universo, en realidad son una función de la Conciencia.


Otra de estas palabras que escribí a propósito en cursiva es una muy peculiar, la palabra Vacío. Es peculiar porque al igual que realidad suele significar cosas muy distintas dependiendo de la densidad. Esto es, que lo que entendamos por vacío depende en gran medida de la perspectiva. Y aquí volvemos al punto de inicio de este artículo: la Teoría incompleta de la Relatividad. No está incompleta porque a Einstein supuestamente, no le diera tiempo de integrarla con las leyes de la Termodinámica, está incompleta porque carece de la perspectiva esencial, aún y cuando su nombre intenta apropiarse de ella (relatividad).


Cuando nos referimos a algo relativo necesariamente estamos aludiendo a perspectivas. Pero si tenemos el tupé de nombrar a una teoría la Teoría de la Relatividad y no integramos la perspectiva, entonces esa teoría se refiere a otra cosa, pero no a la relatividad. Y aquí me preparo para los contraargumentos y los ataques que seguramente, vendrán después de afirmar esto en voz alta, haciendo uso de mi inalienable derecho de expresión. Algunos seguramente me pedirán más argumentos. O quizás, hasta mi  IQ (este pensamiento me causa gracia). El hecho es innegable, es como si se le adjudicara a un hombre el nombre de otro. ¿No sería un impostor? Esto lo dejo a juicio de cada quien.


La palabra Vacío es muy relativa; relativa a la experiencia, relativa a la densidad y relativa al espacio/tiempo. Si todo el espacio/tiempo es una sola masa uniforme de algo, no podemos decir que ese algo es una sola cosa, tendrá que ser por naturaleza, varias al mismo tiempo; si verdaderamente, presume de unificar la totalidad del universo. Pero para la Teoría incompleta de la relatividad; que yo prefiero denominar, la teoría incompleta de Einstein sobre la función masa/energía (u onda/partícula), este no es el caso. Vacío es una expresión amplia de nuestro imaginario humano, claro. No podemos afirmar con plena certeza que también existe esta misma expresión en otras realidades. De hecho, muchos científicos, ni siquiera son capaces de imaginarlo. Algunos más valientes se refieren a este Vacío como un concepto matemático. Pero todavía a pesar de su valor, se quedan bastante cortos.


Prefiero no presumir de conocimiento, sólo hacer referencias  de algo que significa al mismo tiempo muchas cosas, en diversas realidades, y como decía el Vacío es una de estas cosas. Los propios científicos se han estado diciendo y contradiciendo mucho en torno a esta imagen inasible. De manera que los místicos tuvieron forzosamente, que hacerse cargo del asunto y establecer un acuerdo basado en sus propias experiencias; algo que todavía no tiene parangón en el mundo científico. Algunos de estos místicos aludieron a este vacío como La Presencia interior, ya sea real o potencial, de todos los seres.


De ahí a la Conciencia sólo queda un paso. Empezamos a encontrar equivalentes; en la ciencia, en donde la partícula se comporta como onda, aparece la masa que se intercambia en energía; o la luz que surge del vacío; o el taquión que está en todas partes pero en ninguna, sólo porque no podemos imaginarlo. Y este es el punto crucial por el cual se entiende que la perspectiva está ausente en la teoría incompleta de la relatividad: (en palabras del Dr. Grinberg): “Las cualidades de la conciencia sólo pueden ser reconocidas a través de su experiencia directa, porque pertenecen a un eje de desarrollo evolutivo al cual uno también debe pertenecer para poder tener acceso”. Nada más sencillo de entender: para poder chapotear en el agua de la conciencia hay que lanzarse a la piscina. Algo que muy penosamente, algunos científicos no logran en toda su vida.


Es penoso, es bochornoso y también es un poco triste atestiguar la soberbia científica humana. Iba decir de nuestros días, pero lo cierto es que no es así. Algunas veces resulta preocupante, considerando cómo a través de la historia el monopolio de la información ha sido causa de tantas desgracias en el reino de lo humano. Ya hice alusión a este tema en otro artículo antes mencionado, La Ciencia y el Espíritu. Pero ahora quiero enfatizar el aspecto jubiloso de esta revelación.


No sólo el hecho de hacernos responsables del conocimiento por nosotros mismos; y esto incluye el derecho a discutir estos temas sin ser censurados o desacreditados por no disponer de credenciales sujetas a instituciones regulares, o estudios reglados. Es la inaudita oportunidad de evidenciar por cuenta propia es decir, a partir de experiencia de primera mano, realidades que otros ni siquiera pueden soñar. Y esta es la razón de su negación, su propia incapacidad de dar el salto a la piscina.


Vislumbrar otros caminos complementarios a las matemáticas, la geometría o la física, que nos abran avenidas de conocimiento a lo nunca antes imaginado, está en directa conexión con nuestra propia capacidad de experimentar la realidad y darle forma. El cerebro humano forma parte de un eje vertical y complejo de ascensión y evolución. Nuestra interacción con el campo de la experiencia no sólo es comunicativa, sino también creativa. Es decir, al tiempo que formamos parte del enrejado, creamos fractales de nosotros mismos. Compartimos con todo lo demás la naturaleza de la consciencia de nosotros mismos y de la vida; esto es, de la creación.


Los números son seres inteligentes que viven en otros universos e interactúan dentro del campo unificado de la lattice con los cerebros humanos, y nos transmiten información. No son solamente un lenguaje; son algo vivo, algo que crea. Este lenguaje viviente de las matemáticas nos ha obsequiado con un inmenso reservorio de sabiduría y conocimiento. Pero aún algunas mentes estrechas de la ciencia no están listas para comprenderlo. Por eso, los místicos tuvieron que tomar el relevo de la evolución humana. Son seres capaces de superar la velocidad de la luz. Por su valor, por su capacidad para adaptarse y por la infinita plasticidad de sus mentes, les debemos infinita gratitud. Y sin embargo, ellos no se auto adjudican honores ni medallas por esto.


Los científicos tienen mucho que aprender de estos seres; algunos de los cuales ya no viven entre nosotros. Como el propio Dr. Jacobo Grinberg, a quien he nombrado en este artículo reiteradas veces, por el valor de su hazaña: adentrarse en esta experiencia superando los límites de sus propios conocimientos. Estos seres extienden aún sus infinitos campos gravitatorios sobre todos nosotros. Porque a través de la función taquiónica de la Conciencia han conseguido rebasar los límites humanos de la mente. En virtud de este logro han comprendido las leyes inauditas del Universo y han aprendido a crear a partir de ellas, universos fractales de sí mismos.


Para la ciencia ortodoxa los logros que desafían sus paradigmas pertenecen todavía al ámbito de la ciencia ficción. No obstante, hace ya mucho tiempo que el espíritu humano rebasó esta barrera. Lamentablemente, algunos científicos todavía lo desconocen o lo niegan. Así se crean paradojas matemáticas sin solución. O lo que es lo mismo: se abren senderos que no llevan a ninguna parte. O peor aún, hacia un acantilado. Hasta que la mente científica no ceda la resistencia al reconocimiento de la Conciencia como la base de toda la realidad -conocida o desconocida-, no se abrirán para ella las puertas al verdadero conocimiento y todas las paradojas taquiónicas continuarán sin solución. Hasta que no nazca el científico capaz de rebasar los límites de sus conocimientos arcaicos sobre los fundamentos de la realidad y las leyes del universo, hasta que la mente científica no sea capaz de despertar a la luz de la Conciencia omniabarcante y reconocerse a sí misma como parte de esta, la humanidad seguirá destinada a avanzar hacia el acantilado del fracaso y su único destino será la autodestrucción como especie. La buena noticia es que aquellos que sí lo logren, aquellos con la osadía necesaria para saltar hacia realidades de expansión de universos taquiónicos, serán los que abrirán nuevos senderos, nuevos paradigmas de evolución y ascensión para la especie.


Confío en que estos hombres y mujeres ya están entre nosotros trabajando en silencio, por una humanidad liberada de las cadenas del tiempo y la Constante c.








John Lennon. El artista que me enseñó a imaginar un nuevo mundo.

  El arte es como el hilo de Ariadna, un conductor y un unificador de la experiencia humana. -Esperanza Theis aka Leela Khandro. Hoy, me he ...